En la década de 1920, la decoración de interiores tomó un rumbo que cambiaría la historia para siempre. La tendencia Art Decó se popularizó rápidamente y los espacios comenzaron a llenarse de ornamentación elaborada, figuras geométricas, formas curvas, colores llamativos, elegancia y sofisticación. Los espejos y las alfombras orientales, así como los elementos de decoración en metal y porcelana, marcaron el momento.
Años 30
Sin embargo, para los años treinta, la crisis económica y las guerras llevaron a simplificar la decoración y a alejarse de los colores brillantes propios del Art Decó para adoptar tonos más sutiles sin dejar atrás del todo la tendencia de líneas curvas.
Con el nacimiento de la radio, la sala de recibo comenzó a consolidarse como el espacio más importante del hogar ya que era donde toda la familia se reunía a escuchar las transmisiones y a comentar las noticias. Así, los aparatos radiofónicos se convirtieron en el mueble central que para aquel entonces, era elaborado con maderas finas y se disponía en el centro de la habitación y el resto de objetos y muebles iban a su alrededor.
Años 40
Para los años cuarenta, nuevos muebles de cocina aparecieron con l
a llegada del gas natural a los hogares. Nuevos materiales, decoraciones florales y nuevos colores comenzaron a tomarse los espacios. Los pisos en madera, tan populares hasta entonces, fueron cubiertos por alfombras para hacer más acogedoras las habitaciones y los muebles comenzaron a volverse más acolchados para hacer juego con nuevas texturas y obtener mayor comodidad. Para el fin de la II Guerra Mundial, los hogares se habían hecho más pequeños pero más acogedores.
Para los años cuarenta, nuevos muebles de cocina aparecieron con la llegada del gas natural a los hogares. Nuevos materiales, decoraciones florales y nuevos colores comenzaron a tomarse los espacios. Los pisos en madera, tan populares hasta entonces, fueron cubiertos por alfombras para hacer más acogedoras las habitaciones y los muebles comenzaron a volverse más acolchados para hacer juego con nuevas texturas y obtener mayor comodidad. Para el fin de la II Guerra Mundial, los hogares se habían hecho más pequeños pero más acogedores.
Años 50
En la década del cincuenta, la decoración comienza a volverse más moderna; hay un regreso a los colores primarios y diseños inspirados en la cultura escandinava. El desarrollo tecnológico y los nuevos electrodomésticos le imprimían un estilo personal a cada hogar y con el fin de la guerra y el fortalecimiento de la economía, se dió paso a nuevos hogares con mucha personalidad.
Años 60
Sin embargo, no fue sino hasta los años sesenta y setenta que esta personalización del hogar llegó a su pico más alto. Los papeles de colgadura y una mezcla de materiales naturales con estructuras metálicas daban infinitas posibilidades decorativas. Cada hogar comenzó a crecer en personalidad y a tener un estilo propio.
El nuevo siglo nos recibe con nuevas tendencias decorativas, las cocinas blancas e impecables mezcladas con mobiliario de madera se volvieron muy populares. De igual manera, la aparición de la iluminación indirecta o luces intermitentes le daba un toque mágico y acogedor a los espacios.
Para el 2010, el acceso masivo a Internet, donde se pueden observar toda clase de tendencias en decoración, ha logrado que cada hogar pueda desarrollar un estilo propio que exalte la personalidad de sus dueños. Los objetos tecnológicos como televisores, computadores y electrodomésticos tienen diferentes líneas para que el cliente pueda darle a su hogar el aspecto que más le guste. La variedad de colores y formas hace que las posibilidades de crear un hogar original y elegante sean altísimas.
En la actualidad, la tendencia nos lleva a que no hay que seguir una regla, puede combinar muebles, restaurar aquellos de alta calidad que necesitan un retoque y darle un estilo propio a su hogar.
